martes, 22 de abril de 2008

Nueva marcha cocalera en Tarazá es forzada por la guerrilla, afirma la policía



Abril 22 de 2008
Nueva marcha cocalera en Tarazá (Antioquia) es forzada por la guerrilla, afirma la Policía
http://www.eltiempo.com/nacion/medellin/2008-04-22/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-4113300.html

14 heridos en enfrentamientos con agentes durante una nueva marcha cocalera.
La movilización, que tiene desde hace cuatro días paralizado el municipio, estaba anunciada desde hace por lo menos un mes. Fueron quemados un furgón y un recolector de basura.
En grupos de dos y tres, guerrilleros de las Farc estarían recorriendo las montañas del Bajo Cauca antioqueño e intimidando con sus fusiles a cientos de campesinos cocaleros para que marchen hacia las áreas urbanas.
Esta sería, según el comandante de la Policía Antioquia, coronel Luis Eduardo Martínez, la causa de la llegada, en los últimos cinco días, de más de 400 labriegos de los corregimientos El Guáimaro y La Caucana, de Tarazá; y de Sana Rita, de Ituango, al casco urbano del primer municipio.
Para las autoridades fue toda una sorpresa el regreso de los campesinos, pues entre ellos hay varios de los que sitiaron a Tarazá y Valdivia en febrero, casi por un mes, y se se suponía que habían quedado tranquilos tras los acuerdos con el Gobierno, a comienzos de marzo.
Esa vez participaron de la marcha unas 8.000 personas, entre raspachines y comerciantes ligados de alguna manera al negocio de la coca.
El Gobierno se comprometió a vincularlos con proyectos de sustitución de cultivos, afiliarlos a salud y darles un auxilio para alimentos mientras que cosechan los nuevos sembrados.
Si bien no se han cumplido algunos puntos, el plazo se vence en mayo, según el alcalde de Valvidia, Mauricio Gómez. "Estamos desconcertados porque no sabemos el fondo de esto", agregó.
Otros se unirán a la protesta
La Policía confirmó ayer que unos 500 campesinos están en camino a Tarazá, Valdivia y otros municipios del norte de Antioquia, donde igualmente se combinan los cultivos de coca con la presencia guerrillera.
Aparentemente, la intención de las Farc es lanzar a los campesinos del Bajo Cauca y el norte antioqueño a las marchas, por turnos. Esta vez intentarían una de grandes proporciones.
En febrero, los obligados a salir fueron los cocaleros de otras veredas, pero también de Tarazá, Valdivia e Ituango. Esa vez incluyeron en sus 'planes' a algunos de veredas del municipio de Anorí, nordeste antioqueño.
De los 'paras' a la guerrilla
En el Bajo Cauca actúan el frente 36 de las Farc, al mando de alias 'Ánderson', y el 18, comandado por 'Román Ruiz'. Ambas facciones se sitúan desde hace décadas en las partes montañosas y bajan esporádicamente a las veredas más centrales, como La Caucana y El Guáimaro, que hasta hace dos años eran dominados por los bloques paramilitares 'Mineros' y 'Central Bolívar', que comandaban Ramiro 'Cuco' Vanoy y Carlos Mario Jiménez, 'Macaco', respectivamente.
De acuerdo con el coronel Henry Gamboa, de la Policía antinarcóticos, en el Bajo Cauca han erradicado 4.500 hectáreas de coca y faltan alrededor de 3.000.
Cerca de 3.000 erradicadores que cumplen con esta labor desde mediados de enero salieron el 30 de marzo y eso alivió la tensión, pero quizás la certeza de que en menos de 15 días retornarán de su descanso volvió a encender los ánimos.
Ayer, como el domingo, cuando hubo tres heridos por bala, los campesinos se enfrentaron a la Policía.
El domingo los disturbios comenzaron cuando los agentes intervinieron para evitar el bloqueo de la troncal que comunica a Medellín con la Costa Atlántica. Estaban levantando barricadas con llantas encendidas.
Los disparos que hirieron a tres civiles, según la Policía, salieron de los mismos manifestantes. Dos negocios de Tarazá fueron saqueados.
En las refriegas de ayer no hubo daños en el comercio, pues, como medida de prevención, casi todo estuvo cerrado. El secretario de Gobierno de Antioquia, Andrés Julián Rendón, informó que los lesionados fueron 14.
Refuerzos del Ejército, la Policía y agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) fueron enviados a Tarazá, pues las autoridades buscan mantener abierto el paso entre el interior del país y el litoral Caribe.
Labriegos insisten en la salida de los erradicadores manuales
Los 400 manifestantes de ahora, según el secretario de Gobierno de Antioquia, Andrés Julián Rendón, serían en un 90 por ciento diferentes a los que protagonizaron la marcha que duró un mes, entre febrero y principios de marzo pasado.
Ayer el funcionario sostuvo un largo encuentro con ellos en el que les ofreció las mismas prerrogativas que a sus antecesores, como tenerlos en cuenta para un programa de seguridad alimentaria a partir de la tercera semana de mayo y otro de sustitución de cultivos ilícitos por cacao y caucho, desde agosto. Otras solicitudes, como la apertura de vías y escuelas, entrarían en los planes de desarrollo municipal.
Las alcaldías servirían de enlace para los trámites respectivos.Rendón advirtió que el proceso con los primeros cocaleros ha estado retrasado porque no han suministrado los listados de beneficiarios ni se han inscrito en las respectivas Umatas de sus municipios.
Sobre la base de lo hablado ayer algunos campesinos decidieron retornar, pero en general no se puede decir que se logró un acuerdo para poner fin a la marcha cocalera. En el punto central, la suspensión de la erradicación de los cultivos ilícitos, las posiciones siguen siendo opuestas. Mientras que los raspachines piden que salgan los erradicadores, el Gobierno sigue férreo en que no.
"La lucha contra los cultivos ilícitos es una orden del Presidente y nosotros la apoyamos con toda la determinación, porque el narcotráfico nos genera criminalidad y muerte", dijo Rendón.
MEDELLÍN

Carta abierta sobre los desplazados en el norte de Antioquia

Carta abierta sobre los desplazados de Ituango, de Tarazá y Valdivia
Señores potenciales lectores
Amigos, conocidos, Colonia de Ituango, ciudadanos

Reciban un caluroso saludo. Aislados e insensibles no podemos hacer nada ni ayudar ni ser solidarios. He conversado con el Padre Hugo Alberto Torres, con quien visitamos el Paramillo. Él ahora es el Párroco de Valdivia, pero el fin de semana pasado estuvo de visita en Ituango para atender esta situación crónica. ¿Qué encontró?, lo previsible: en los albergues, hacinados, allí están los mismos campesinos que nosostros encontramos el año pasado, los de La Canturrona y de San Pablo, sí los que aparecen en las fotos. No pensábamos que estuvieran ellos, porque las noticias hablaban de otros de un lugar alejado.
Las noticias hablan de Tarazá y de unos desplazados que salieron a Ituango, por el Cañón de San Agustín (Por donde fluye el Río Tarazá, navegable en su último tramo). Del Cañón de San Agustín se sale al Alto de Monos y por allí, a Santa Lucía y a Quebrada del medio. Pero por aquí y por el camino de las Arañas, también vienen huyendo los del Río Sucio. Por lo menos que para esto sirva la crónica, ya es un logro, para que desde lejos reconozcamos la geografía. Todo esto hace parte del Nudo de Paramillo; es toda la misma gente, que uno se encuentra dispersa, cuando salen despavoridos, porque no salen a pasear, en Montelíbano, en Ituango, en Peque, en Dabeiba.
Si ustedes han llegado hasta el final de la Crónica de Ituango, allí hay una carta firmada por: Felicia, Alba, Yorladis. Ellas, que tienen 11, 12 años, eran las mejores lectoras, las líderes, estuvieron disponibles para intervenir en las eucaristías y para facilitarnos todo en los talleres y juegos. Afortunadamente, me dijo el Padre, que el Maestro también se había venido con ellos y no han perdido clase. Pero, a nosotros que estuvimos con ellas, que los conocimos de cerca, que vimos sus casas y sus montes, que no nos vengan a decir que ellos son unos subversivos, unos guerrilleros, unos forajidos. No Señor, por ningún motivo. Estas niñas tienen nombre y cara y merecen mucho respeto.
Uno se conduele, quisiera mandarles de todo. Pero, qué pena tener que decirlo, lo que menos falta les hace es asistencialismo, migajas, 'platica', diminutivos y lástima.
Primero, sí, el gobierno, el Gobernador, los Alcaldes, tienen que hacer su trabajo institucional; cumplir los objetivos de 'la seguridad democrática', salir a decir que en Tarazá, en Valdivia, en Ituango, unos terroristas, unos raspachines, bloquearon la vía troncal, salieron nuevamente a poner problema.
Segundo, los medios de comunicación creen tener su versión, y que están haciendo servicios sociales, con mandar un corresponsal tres días, a aguantar calor y a conseguir 'la nota' , de medio minuto, con ruido y humo, con efectos, y a repetir lo que dicen los primeros, los que deciden quién es bueno y quién es malo.
Pero esto no es tan simple. El problema no está en las cabeceras municipales, ni en las pantallas; está a días de camino, por barrizales. No es cierto que haya cocales hasta en los techos, hay parcelas aisladas. Lo otro, hay tierra y fértil, magnífica, y pueden sembrar. Allá no les falta la comida. Pero también corren riesgos, pierden sus cosechas, están amenazados; y cada día son más pobres. Son mendigos que piden con un cuenco de oro en sus manos, como dice el adagio chino. No les justifica producir nada para el mercado, porque todo queda lejos, no les paga cargar los productos y sacarlos para que les paguen miserias por éstos.
Además, allá no existe el Estado: las escuelas son covertizos; no hay un dolex, ni un suero antiofídico, no hay ninguna seguridad, no hay leyes ni ciudadanía (la gente no tiene ni cédula). En doce días de camino vimos una sola tienda, surtida con Pony maltas, cervezas, trago.
Esto no se arregla en una mesa de negociación con promesas ni a bala ni a miedo. Es un problema público, de todo el departamento y de todo el país. No esperen a que Yorladis y sus amigas les pidan plata en un semáforo.
Hay que actuar ya, hay que descreer de los medios; hay que informarse; hay que ser críticos con el gobierno. Hay que estudiar geografía e historia.
Entonces, es el momento de pensar en proyectos productivos de largo alcance, en comercialización, en desarrollo sostenible, en condiciones de libertad, en subsidios para las siembras; en reservas ecológicas, en turismo; en el agua; en todo. Esto es más complejo de lo que ustedes creen. Perdonen que les haya distraido un momento; yo estoy en una oficina, lejos de estos desplazados, y no me puedo cruzar de brazos, no puedo cerrar los ojos, no me puedo quedar tranquilo. Esto me toca a mí, no son otros desplazados, de ésos que ya nos tienen acostumbrados y que, para no verlos, cambiamos de canal.
Muchas gracias.
Andrés Calle Noreña